Cuando se entrega un inmueble en obra gris en el contexto de un proyecto inmobiliario, significa que la construcción se encuentra en una etapa donde se han completado las estructuras básicas y las instalaciones principales, pero aún no se han realizado los acabados finales. En otras palabras, la obra gris se refiere a la construcción sin los toques finales como revestimientos, pintura, suelos, y accesorios.
Los elementos comunes que suelen incluirse en una entrega de obra gris son:
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Estructura básica: Las paredes, techos y suelos están construidos, pero pueden no tener el revestimiento final.
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Instalaciones eléctricas y de plomería: Las conexiones eléctricas y de fontanería principales están instaladas, pero los accesorios y equipos finales pueden faltar.
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Sistemas básicos de calefacción, ventilación y aire acondicionado: Los conductos y sistemas esenciales pueden estar en su lugar, pero los componentes finales y los controles pueden no estar instalados.
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Ventanas y puertas: Por lo general, están colocadas, pero pueden no tener los acabados finales, como vidrio o pintura.
La entrega de un inmueble en obra gris brinda a los compradores o inquilinos la flexibilidad de personalizar los acabados de acuerdo con sus preferencias. Sin embargo, también significa que la propiedad requerirá trabajos adicionales para completarla según los estándares y el diseño deseados.