Cuando un proyecto inmobiliario ofrece un inmueble con "acabados básicos", significa que la construcción ha llegado a una fase donde se han completado no solo las estructuras básicas y las instalaciones principales, sino también algunos de los toques finales esenciales. Sin embargo, estos acabados son considerados básicos y suelen ser estándares y funcionales, pero no incluyen características de alta gama o personalizaciones específicas.
Los acabados básicos pueden abarcar:
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Pisos: Pueden estar instalados, pero podrían ser de materiales más básicos y económicos, como cerámica o laminado estándar.
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Pintura: Las paredes pueden estar pintadas en colores neutros, pero no se incluyen acabados decorativos o especializados.
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Cocina: Se pueden proporcionar gabinetes y encimeras, pero podrían ser de calidad estándar y no incluir electrodomésticos de gama alta.
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Baños: Los baños pueden contar con los accesorios básicos, como inodoro, lavabo y ducha, pero los materiales y accesorios pueden ser de gama media.
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Iluminación y tomas eléctricas: Se instalan los accesorios de iluminación básicos, así como las tomas eléctricas estándar.
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Puertas y ventanas: Pueden estar instaladas, pero no incluir detalles o características personalizadas.
La entrega de un inmueble con acabados básicos proporciona a los propietarios un espacio habitable funcional y listo para ocupar, pero aún deja espacio para que los residentes realicen mejoras o personalizaciones según sus preferencias. Este enfoque a menudo permite que los costos sean más accesibles para los compradores, ya que los acabados básicos son menos costosos que los acabados de alta gama.